martes, 19 de agosto de 2014
Empezamos aún antes de empezar
Incluso antes de aquí, con un intento tan fugaz como fallido en otra plataforma.
Entonces (y fue ayer) decía que tampoco soy la que aquí vais a ver, o a leer. Tampoco los dedos que teclean conocen del todo a la que de verdad soy. Siempre somos fragmentos que se ofrecen, según y cómo y según a quién.
Nadie nos tiene enteras, porque a nadie nos damos. Solo una muestra. Solo un pedazo. Solo la imagen más favorecedora del selfie.
Solo cuando somos anónimos. Tal vez entonces. Tal vez tampoco.
Y sin embargo, siempre, esa necesidad tan enorme de mostrarnos, de enseñar siquiera el tobillo oculto bajo la falda y las enaguas victorianas. De enseñar el diminuto fragmento en que de verdad somos quienes creemos ser.
Y a lo mejor arrepentirnos de inmediato por la falta de pudor.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Estés donde estés, allí estaré yo también.
ResponderEliminar:) Este no ser del todo que tanto se parece a ser de verdad...
Eliminardifícil hacer que te conozcan los demás cuando casi nadie se conoce a si mismo, y que razón tienes, nos escondemos y al mismo tiempo necesitamos mostrarnos continuamente, brillante contradicción.
ResponderEliminar